“Presenciar cómo el padre maltrata a la madre provoca una traumatización tan severa como una guerra”. Entrevista al Dr. Barudy en el periódico Noticias de Álava por parte de A. Rodríguez.

A través de este enlace pueden leer la entrevista completa.

-Una pequeña pierde la vida tras ser arrojada por una ventana en Gasteiz, otro niño se suicida en Madrid para evitar el calvario que, al parecer, sufría en el colegio... La sociedad actual, advierte el psiquiatra infantil Jorge Barudy, está descuidando una de sus tareas fundamentales, que no es otra que la de proteger a la infancia.

Sostiene que genera tanto sufrimiento en un niño ver cómo su padre maltrata a su madre que ser víctima de una guerra.

-Sabemos que el hecho de ser testigo provoca una traumatización tan severa como la que puede ocurrir en una situación de una guerra. Aunque sigue estando muy invisibilizado, para un niño o niña presenciar cómo su padre maltrata a su madre es profundamente traumático. Primero, porque también puede ser víctima directa. Segundo, porque vive una situación de desamparo impresionante y de impotencia por no poder detener el daño y el sufrimiento que le está infligiendo a una persona tan significativa como es su madre. Y tercero, porque los fenómenos de identificación están presentes.

¿Se refiere a que pueden repetir patrones de víctima o verdugo?

-Existe el riesgo de que el niño integre, si no es acompañado o ayudado, el mal ejemplo del hombre que se permite maltratar a una mujer y también puede ser que las niñas aprendan dinámicas de sumisión en relación al hombre.

¿Cómo se puede ayudar a estos menores a desarrollarse de una forma sana una vez apartados del foco de la violencia?

-Hemos desarrollado una metodología, que se llama trauma-terapia infantil, para afectados por la violencia de género, que le permite al niño poder expresar su mundo emocional, darle un sentido a lo que ha observado, desculpabilizarse y, sobre todo, tiene un componente educativo fundamental que le hace interiorizar que lo que ha presenciado es incorrecto. Las relaciones entre hombre y mujer tienen que ser respetuosas e igualitarias. La otra metodología consiste en promover la resiliencia a través de talleres grupales para que los niños integren que la mayoría de las parejas no tienen ese tipo de conductas.

Muchas víctimas de abuso o acoso escolar sufren graves secuelas, algunos incluso se quitan la vida. ¿Qué falla en estos casos?

-Yo tengo una postura bastante radical porque no me gusta el mundo que los adultos están construyendo para la infancia. Como el modelo dominante es el de mercado, donde lo más importante no son las personas, sino los bienes, no se está cumpliendo una de las finalidades fundamentales de la condición humana, que es ofrecer las mejores condiciones de vida posible a sus crías. El abuso o el acoso denuncian una falla en relación a lo que se está haciendo por los niños. Las víctimas de bullying generalmente no tienen espacio para comunicar en sus casas lo que están viviendo. Es la soledad lo que los lleva a la desesperación y al suicidio.

Lo inexplicable es que algunos menores sí lo comunican y no se les tiende la mano a tiempo.

-Una sociedad en la que los niños sufren y no tienen fuentes fiables en quién confiar tiene que cuestionarse. La existencia de este tipo de situaciones denuncia que nuestra sociedad está descuidando su tarea de brindar un mundo amoroso y protector para los niños. De seguir así, el siglo XXI se va a conocer históricamente como el siglo en el cual el infanticidio tanto físico como psicológico sea una de las características fundamentales.