Manifiesto consensuado por las entidades organizadoras y el Consell Municipal de la Immigració de Barcelona.

Como cada año y sin desfallecer, queremos conmemorar el Día Mundial de las Personas Refugiadas . La Comunidad Internacional y el Estado español están constituidos como defensores de los derechos de las personas que por motivos de raza, religión , nacionalidad, opinión política, género, orientación sexual y / o pertenencia a un determinado grupo social, buscan obtener un cobijo con todas las garantías y eficacia.

Constatado el incremento global de personas en situación de riesgo, nos cuesta mucho creer que sólo el 0,4% de las personas que se acogen a este derecho en la Unión Europea (49.510), lo hacen en nuestro Estado (206), según datos de la Comisión Española de Ayuda al Refugiado (CEAR).

En fechas muy recientes, la Comisión Europea ha abierto el debate del establecimiento de cuotas entre todos los Estados miembros a la hora de acoger la avalancha de migrantes que llegan a Europa. Esta circunstancia ha destapado lo que ya nos temíamos y es que nuestros gobernantes no quieren asumir unas responsabilidades que tenemos hacia las personas, sean de donde sean y vengan de donde vengan.

Es bien patente la necesidad de alcanzar un compromiso y coherencia colectiva hacia personas que, por diferentes razones o motivos, están llegando a Europa y, al mismo tiempo, nos recuerda que nuestra situación de privilegio planetaria puede no ser indefinida y, muy probablemente , generaciones futuras deberán mirar el sur como territorio de esperanza.

Recordemos, un año más, que España ha ratificado la Convención de Ginebra sobre el Estatuto de los Refugiados y podría estar eludiendo sus compromisos y sus responsabilidades y más cuando, el Tribunal Europeo de Derechos Humanos ya ha condenado a España por la violación de la artículo 13 del Convenio Europeo de Derechos Humanos.

Las entidades que participamos en este acto seguiremos trabajando a favor de las personas refugiadas, desplazadas, apátridas, reasentadas y devueltas, para que se respeten sus derechos tanto en casa como fuera de nuestras fronteras y, con el fin de defender los derechos de este colectivo tan vulnerable, continuaremos exigiendo a los poderes públicos que mejoren y amplíen las leyes que regulan el derecho al asilo y su efectiva aplicación.